Rayos X del tórax ¿son realmente seguros?

Una lesión traumática es posible visualizarla mediante rayos X, se trata de una prueba rápida, sencilla y confiable que permite al médico hacer un primer diagnóstico ante el dolor. Además, es una prueba que se realiza mediante ondas electromagnéticas. De hecho, la realización de los rayos X del tórax no producen ningún dolor y permiten ver las imágenes del corazón, columna vertebral, vasos sanguíneos y la composición de las vías respiratorias.

¿Para qué son útiles los rayos X del tórax?

Los rayos X del tórax permiten detectar anomalías en los pulmones relacionadas con infecciones, líquidos o cáncer. Para el diagnóstico de afecciones respiratorias crónicas se realizan este tipo de estudio para conocer la ubicación de algún quiste. Con estas radiografías también se pueden diagnosticar enfermedades como broncoespasmos, fracturas en las costillas, esternón o clavícula, neumonía, colapsos pulmonares, etc.

También es útil para detectar el tamaño del corazón e identificar alguna dificultad en el bombeo o poca capacidad. Además, sirve para comprobar el buen funcionamiento de catéter o marcapasos. Del mismo modo, al realizarse una cirugía independientemente del área en la que se haya hecho, los rayos X son necesarios para conocer el estado de los pulmones.

Esto se realiza para comprobar que la intervención, no haya causado daño a algún órgano cerca del área, o para descartar alguna perforación en el esófago. Todas estas medidas se hacen ya que durante la operación se toman vías alternativas de respiración.

Riesgos del uso de los rayos X del tórax

Los especialistas son muy cuidadosos durante la ejecución del estudio de rayos X porque la realización de dicho estudio, implica cierta exposición a las radiaciones. Si embargo, para el paciente la exposición a las radiaciones no representa un riesgo. Debido a que la propagación producida por los rayos X de tórax es realmente baja.

La radiación ionizante emitida por los rayos X únicamente representa un peligro cuando la exposición es prolongada en dosis muy altas. Ahora bien, este tipo de radiación se encuentra presente en el ambiente y las fuentes naturales durante su proceso lo emiten. A pesar de ello, no es recomendable la exposición frecuente ya que puede provocar alopecia, cataratas, quemaduras en la piel y náuseas.

En el caso de las mujeres embarazadas la realización de rayos X es un procedimiento que requiere de mucha precaución. Dado que durante determinados períodos del embarazo no es recomendable hacer este tipo de estudios porque puede afectar el desarrollo del feto.

Por otra parte, para mayor tranquilidad del paciente, hoy en día ya existen maquinarias que emiten menor cantidad de radiación. Esto se ha hecho para que las personas sientan que su salud no corre ningún peligro. Igualmente, ya existe la posibilidad de hacer las radiografías por pruebas digitales por lo que este proceso reduce los riesgos de radiación.

En definitiva, los estudios de rayos X de tórax ofrecen una completa visión de la zona interna del pecho. Por esta razón, son solicitados en casos de dolores o para el diagnóstico de enfermedades respiratorias. Además, es un tipo de estudio que puede ser aplicado en diferentes especialidades médicas para dar respuestas a múltiples malestares.

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