Esta enfermedad provoca la aparición de uno o de varios coágulos en la sangre, a causa del exceso del sedentarismo, ya sea por estar en un viaje muy largo y en una posición incómoda. Este padecimiento tiene el nombre de trombosis venosa profunda y se conoce comúnmente como trombosis del viajero.
Este tipo de trombosis puede afectar a cualquier persona siempre que esta permanezca sentada durante un largo periodo, pues es un gran riesgo no levantarse durante tiempos prolongados y no estirar las piernas en más de 4 o 6 horas.
En esto también influye el estado de salud de cada persona. Por lo que los viajes de mayor riesgo suelen ser lo de avión, ya que coinciden con otros factores importantes, como es el caso de la diminución de la presión, la deshidratación y la inmovilización.
Factores de riesgo de la trombosis del viajero
Cualquier persona por más sana que sea corre el riesgo de sufrir de este padecimiento, aun que se han identificado ciertos factores de riesgo que se asocian al aumento de las posibilidades. Como es el caso de las personas con predisposición genética a que se le coagule la sangre, aquellos que hayan padecido de una enfermedad cardiaca, respiratoria o neurológica o que tienen antecedentes de trombosis.
Existen síntomas que permiten la identificación de la posibilidad de estar padeciendo de una trombosis, pero no siempre es sencillo darse cuenta. Lo habitual es que algunos síntomas aparezcan durante el viaje o poco tiempo después, y hay casos donde se presentan ya pasadas algunas semanas.
Los principales factores de desarrollar la trombosis del viajero son:
- Permanecer sentados en vuelos mayores de 4 horas.
- Viajar mas de 6 horas en automóvil.
Debido a que ambas provocan que la circulación sufra alteraciones que llevan a una trombosis.
¿Qué aumenta el riesgo de trombosis durante el viaje?
- Sufrir de obesidad
- Tomar anticonceptivos orales
- El tabaco
- El alcohol
- Tener una enfermedad cardiaca, respiratoria o neurológica
- Tener cáncer
Recomendaciones para viajes mayores de 4 horas
- Mantenerse hidratado
- Levantarse y caminar de forma regular cada 2 o 3 horas
- Estirar las piernas mientras se está sentado, levantando los talones, los dedos de los pies, contraer y relajar los músculos.
- Evitar cruzar las piernas
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