Las proteínas son compuestos que contienen los alimentos y que son esenciales para los humanos y animales. Estas se encargan de funciones orgánicas vitales como la producción de células de todo tipo para la regeneración constante de órganos y tejidos, la actividad del sistema nervioso y proveen al organismo de los aminoácidos que requiere para todas las funciones básicas.
Las proteínas pueden ser de origen animal o vegetal y hay que consumir entre 40 y 60 gramos al día para tener una salud excelente. Estas son algunas recetas de guisados saludables que cumplen esta meta:
1.- Guiso de atún para tostadas
Las tostadas de atún son de las comidas más nutritivas, fáciles de preparar y que proveen al cuerpo de las proteínas que requiere para un día. Se pueden hacer con una base de maíz y usar tortillas mexicanas para ello y con pan, según los gustos de cada quien.
Para el guiso de atún puede usarse el pescado enlatado o fresco. Basta sofreír cebolla, pimientos y ajo, añadir tomates procesados o pasta de tomate, perejil, sal, pimienta y un poco de agua. Cuando hierva se agrega el atún.
Si este es fresco hay que sancocharlo antes y desmenuzar. Se deja cocinar hasta que se reduzca el líquido y quede de la consistencia deseada. Para armar las tostadas se dispondrá de una tortilla de maíz o de una rebanada de pan tostado sobre el cual se colocará una o dos hojas de lechuga, el guiso de atún y un poco de crema agria. Se puede espolvorear con perejil finamente picado.
Algo que hay que considerar muy seriamente con esta receta es que las tostadas hay que armarlas y servirlas de inmediato para que se mantengan crujientes porque los jugos del atún pueden ablandar tanto la tortilla como el pan.
2.- Pollo al estilo asiático
Cuando se piensa en Asia, vienen a la mente sabores exóticos. No falta el jengibre, el toque picante y, por supuesto, la soja que representa un cereal consumido en casi todas las naciones orientales.
Para este guiso será necesario un kilo de carne de pollo sin huesos. Por esto es preferible usar pechuga en cuadros. Estas deben marinarse en una mezcla de salsa de soja, ajo, jengibre, canela, pimienta roja, vinagre (preferiblemente de arroz, aunque sirve el de vino) y cilantro.
Tras esto hay que colocar el pollo y saltear en aceite muy caliente. Pero no hay que tirar el jugo del marinado. Cuando los dados de la carne estén dorados, se agrega cebolla y pimientos cortados en julianas y el líquido del marinado.
Se deja hervir por unos 10 o 12 minutos y aparte se mezcla almidón de maíz en un cuarto de taza de agua y se agrega al guiso. Tras esto hay que remover sin cesar hasta que vuelva a hervir por 3 minutos.
Se sirve con arroz blanco, cilantro picado por encima y puede ponerse una fuente con salsa agridulce para que cada persona se sirva a su gusto.
3.- Cerdo al vino
Esta receta es muy sencilla, lleva pocos ingredientes y, sin embargo, posee un sabor inmejorable. Para ella hay que cortar el cerdo en dados de unos dos o tres centímetros de grosor y dejarlos toda la noche en vino tinto. Sirve el de cocina o el de preferencia, pero no debe ser tan seco y más bien se recomienda utilizar uno con cierto grado de dulzor.
A este marinado de vino hay que añadir ajo machacado, orégano, aceitunas verdes, sal y pimienta. En una cacerola honda se calienta aceite de oliva y se sellan los trozos de carne que, previamente, se han colado. Una vez que estén se añade el vino del macerado y se retira la cacerola del fuego para terminar su cocción en el horno.
La temperatura ideal para esta receta es de entre 180 y 200 grados centígrados y una hora por cada kilo de carne. Para los más osados y quienes gustan de sabores que combinan el dulce con el salado pueden sumar un vaso de jugo de naranja, de piña o fresa y dejar dorar. Este guisado va genial con patatas asadas o puré.
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