¿Por qué las empresas deben ser socialmente responsables?

La actividad industrial, en todas sus manifestaciones, ha ocasionado un grave daño al planeta debido al consumo exacerbado de los recursos naturales y de la alta emisión de gases de efecto invernadero que afectan la capa de ozono. Por tal razón, en los últimos tiempos, las empresas han tomado conciencia sobre el problema y asumido una mayor responsabilidad social para solucionarlo.

El medio ambiente ha sido el más afectado por culpa de la actividad industrial en los últimos tiempos, lo cual se ha sentido en muchos sentidos en perjuicio de la vida en el planeta. Por suerte, la sociedad ha cambiado y las empresas han comenzado a tener un poco más de responsabilidad social sobre el problema y empiezan a tomar medidas extraordinarias para revertirlo. 

Una empresa socialmente responsable es aquella que asume una posición firme en defensa de la conservación ambiental y adopta medidas especialmente comprometidas con el cuidado del medio ambiente. Sus acciones son perfectamente planificadas para contribuir a disminuir el impacto ambiental.

Son compañías que desarrollan acciones concretas, en la que todos sus procesos, métodos, personal y espíritu  están plenamente involucrados. El plan es hacer que cada tarea que se realice impacte lo mínimo posible al buen equilibrio ambiental y cada vez ir mejorando más en ese sentido.

Propósito de la responsabilidad social empresarial

Hay muchas actividades que se pueden considerar como ecológicas y amigables con el medio ambiente, que son las que, precisamente, las empresas socialmente responsables desarrollan para ayudar a la Madre Tierra. Estas acciones están orientadas a lograr los siguientes objetivos:

Reducción de la huella de carbono: la medida más común para contribuir al logro de esta meta es la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero en todos los procesos de producción, procesamiento y transporte que se utilizan en toda empresa. 

Para lograrlo, se aplican sistemas de gestión ambiental que ayuden a identificar las maneras de cómo optimizar los procesos en ese sentido. La clave está en la eficiencia energética, y hacia ese fin se apunta el trabajo.

Aprovechamiento responsable de los residuos: antes todos los desechos de las empresas se tiran al vertedero, sin medir el daño ecológico que se ocasiona. En la actualidad, los residuos se gestionan de manera más responsable, desechando lo que se tenga que botar de forma adecuada y reciclando todo lo que sea posible.

De esta manera no solo se preserva mejor el medio ambiente, sino que también se reutiliza todo lo que se pueda, se ahorra dinero y se disminuye el impacto ambiental al reducir la disminución de nuevas piezas o partes que se pueden aprovechar.

Educación ambiental: la conciencia ambientalista difícilmente se adquiere de la nada. Se debe fomentar, y las empresas socialmente responsables tienen la misión de inculcar los correspondientes valores, no solo entre sus trabajadores, sino también en su entorno, en las comunidades donde operan, y a los clientes que adquieren sus productos.

La forma idónea de conseguir que todo lo relacionado con la empresa tenga plena conciencia sobre la importancia de preservar el ambiente es a través de campañas bien diseñadas que cumplan con ese objetivo.

¿Cómo ayudar a cuidar la Tierra?

Pero, la conservación del medio ambiente no puede quedar solamente bajo la responsabilidad de las empresas, los usuarios y consumidores también pueden contribuir con sus acciones a mantener un mundo mejor.

Todas esas ideas de mantenimiento del entorno, reciclaje, disminución del uso de los recursos, utilización de medidas energéticas más amigables y la aplicación de hábitos más ecologistas y sanos pueden ayudar a reducir significativamente el impacto ambiental.

Con solo usar más la bicicleta que el coche u optimizar el consumo energético en la casa o negocio con la instalación de equipos más modernos y eficientes, se está aportando un granito de arena en el rescate de la tierra. Es cuestión de conciencia y de entender que entre todos, con un mínimo esfuerzo, se puede hacer mucho por el planeta.

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