Cargadores de pulsos; una nueva oportunidad para sus baterías

Como sabemos, las baterías fallecen de forma natural. Aunque hay casos que suelen ser “asesinadas” tras haber sido sometidas a un mal uso. El mal uso de su capacidad de carga suele ser lo peor a ello, el uso erróneo de los cargadores, terminan prematuramente con su vida útil.

Como vemos, si un cargador que esté proporcionando carga de manera continuada a una batería ya completamente cargada termina siendo perjudicial, pues “recuece” el electrolito. Para poder evitar esta mala práctica existen cargadores de pulsos, donde su principal función es el nivel de carga de la batería para conservarla a tope de carga sin estropearla.

Diferentes laboratorios y compañías ratifican que el método de carga por pulsos es más seguro para cargar, pero sobre todo, para conservar los beneficios de una batería y conseguir una vida útil larga. Evitan o inclusive la sulfatación de las placas de plomo alargando su vida.

¿Por qué falla una batería?

Las baterías se encuentran constituidas por un grupo de placas de plomo empapadas en un baño de ácido sulfúrico que funciona como líquido electrolito. Por lo tanto, cuando una batería de ácido plomo es completamente descargada al ser usada y entregar electricidad, se va desarrollando un mezclado en las placas de plomo llamado como sulfato de plomo. Dado un resultado natural y lógico sobre la reacción química por la cual se termina liberando los electrones como corriente eléctrica, que es útil para encender las luces de un sistema, activar el motor de la bomba de achique, entre otros.

Por lo tanto, cuando se carga la batería, se considera que el sulfato de las placas termina descomponiéndose «creando» una especie de plomo metálico en los iones y placa (SO4) que «retornan» al electrolito.

De esta manera, cuando una batería se encuentra muy descargada es debido a que sus placas están saturadas de sulfato de plomo. Si en 60 horas, este sulfato de plomo, que al inicio posee un aspecto esponjoso, no se transforma de nuevo en plomo, (cargando la batería), este comienza a endurecerse y cristalizarse creando cristalitos de sulfato de plomo y dejando como resultado una barrera física de desulfatación natural en el procedimiento de carga. Minimizado el área útil de plomo expuesta al electrolito, o disminuyendo la capacidad de carga correcta de la batería.

Poco a poco que la barrera de sulfato de plomo se va cristalizando termina siendo más gruesa, por lo tanto, la batería termina perdiendo su capacidad de aceptar carga. Cuando este daño es demasiado profundo, se deduce que la batería se encuentra muerta y debe ser reemplazada.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)