Cuando se diagnostica cáncer de mama existe una sombra que abarca a los pacientes y a sus familiares. Uno de los temores que hay después del diagnostico positivo es la posibilidad de que otro miembro de la familia padezca de la enfermedad por herencia.
De acuerdo con los datos suministrados por la Organización Mundial de la Salud, cerca de una de cada 12 mujeres enferman de cáncer en un momento de su vida. Y ante esto, se dice que los canceres hereditarios son de menor probabilidad.
El 90% de los canceres de mama no son genéticos, sino por hábitos de vida. Pero la recomendación es que si se tienen antecedentes cercanos de primer y segundo grado en padres, hermanos, tíos o abuelos se deben de realizar pruebas genéticas para detectar si existe alguna mutación genética en un gen con la predisposición de tener cáncer de mama, en lugar de efectuar una mamografía ante de los 40 años.
La detención a tiempo es primordial
Los exámenes de detención que se realizan antes de tiempo dan lugar a biopsias o exámenes innecesarios. Por lo que es mejor hacer pruebas genéticas a temprana edad. Esto también incluye a los hombres, ya que las mutaciones del gen BRCA2 aumentan riesgo de este padecimiento en los varones.
Las mamografías no previenen el cáncer de mama, sino que ayudan en la obtención de un diagnóstico temprano.
Recomendaciones para disminuir las posibilidades de padecer cáncer de mama
Entre las recomendaciones se encuentran:
- Realizar actividad física.
- Llevar una dieta saludable
- Tener un peso adecuado.
- Reducir el consumo de alcohol.
- Evitar el tabaco.
- Amamantar disminuye el riesgo de cáncer de mama.
Claramente la genética hereditaria no se puede controlar, pero lo mencionado si son cosas que se pueden controlar y repercuten significativamente en la aparición de cáncer.
Siempre hay una luz al final del túnel
Cuando se recibe la noticia de un diagnostico de cancer de mama no debe de haber espacio para la pesadumbre, pues el paciente y sus familiares deben de tener optimismo y esperanza.
Más del 90% de mujeres diagnosticadas con este tipo de cáncer se curan de la enfermedad, y en los últimos años se ha reducido el uso de quimioterapia.
El progreso de la ciencia es asombroso, pues existen medicamentos nuevos que mejoran y ayudan en la cura de los pacientes, y los que no se curan pueden vivir durante mucho tiempo.
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