Los ganglios linfáticos del cuello se encuentran conectados a una red de tubos conocidos como vasos linfáticos distribuidos por todo el organismo. Las glándulas y los vasos linfáticos contienen un fluido llamado linfa, este a su vez cuenta con millones de linfocitos. Estas células son las combatientes del sistema inmune, es decir, son principalmente nuestro sistema de alarma frente a cualquier infección.
¿Por qué se inflaman los ganglios linfáticos de cuello?
En el momento en que el organismo detecta un intruso como un objeto extraño o una infección, moviliza su ejército de glóbulos blancos, en donde estos se acumulan en las glándulas linfáticas más cercanas a la afección. Es una alteración que puede ser causada por infección de oídos o de garganta, también por gripes o resfriados, por picadas o heridas en la piel, por enfermedades autoinmunes, entre otros.
Los ganglios linfáticos inflamados pueden durar más tiempo cuando se producen infecciones o cuando la causa es maligna. Por ejemplo, el cáncer que ataca al sistema sanguíneo o al sistema linfático ocasionando inflamación en más de un área. Asimismo, el cáncer de mama, de garganta o pulmón pueden provocar inflamación en las glándulas del cuello.
Sin embargo, comúnmente los ganglios del cuello se inflaman por una infección bacteriana o vírica alojada en la zona cercana al cuello, como el que resulta de una amigdalitis. Algunas infecciones pueden provocar la inflamación de todas las glándulas, como en el caso de la mononucleosis.
Cuando acudir al médico
A menudo la inflamación de las glándulas es una alerta de que el organismo está luchando contra una infección. A pesar de esto, si no hay infección, es recomendable buscar las posibles causas. Hay que tener en cuenta si la inflamación se produjo de manera aguda, brusca o si no hay síntomas febriles, hay que acudir al médico.
Un ganglio de consistencia dura y que crece en semanas, requiere de análisis médicos para obtener un diagnóstico. De este modo, se requiere de pruebas sanguíneas como un recuento de células sanguíneas y de leucocitos, una serología para enfermedades por posibles anemias o virus. En caso de no obtener un resultado, se procede a realizar una biopsia de ganglio linfático y una ecografía.
Qué tratamiento utilizar para tratar los ganglios linfáticos inflamados del cuello
Si la respuesta de los análisis médicos arroja un proceso inflamatorio o a la presencia de microorganismos invasores, su tratamiento consistirá en eliminarlos. Por ello, será necesario la ingesta de antiinflamatorios, analgésicos y antibióticos de ser necesarios. En caso de que la causa sea un linfoma, será necesario acudir a un médico oncólogo para que este realice el tratamiento requerido, para contrarrestar la enfermedad.
A pesar de que las enfermedades infecciosas son muy comunes, sobre todo en los niños, no hay que descuidarse. La detección de los ganglios linfáticos inflamados del cuello es importante, ya que es una condición de cuidado en la que hay que visitar al médico en casi todos los casos. Por consiguiente, hay que recordar que toda enfermedad detectada a tiempo, tiene solución.
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