Aunque no sea una profesión tan notoria o popular el oficio que desempeña un cerrajero juega un papel crucial en la sociedad. Son los técnicos que se encargan de la noble labor de protección y la seguridad en los hogares, negocios, oficinas, naves industriales y todo tipo de inmuebles.
Muchas veces no se les da el valor justo y la importancia hasta que son necesarios. Un robo, la llave partida dentro de una cerradura, la puerta cerrada y haber perdido la llave o la instalación de una puerta o nueva cerradura son los casos más comunes en los cuales las personas recurren a los Cerrajeros Sevilla. Sin embargo, su labor e importancia van mucho más allá.
¿Qué son los cerrajeros?
El objetivo de la carrera de cerrajero es diseñar, desarrollar y mantener mecanismos que permitan abrir y cerrar todo tipo de puertas, automóviles, motos, bicicletas, cortinas, persianas, instalar sistemas de alarmas y otras formas de acceso.
La cerrajería trabaja principalmente con todo tipo de cerraduras. Son herramientas de seguridad que están formadas por diversos mecanismos que se ajustan para imposibilitar el acceso a puertas, cajas fuertes, rejas o cualquier otro elemento que requiera una llave o sistema de apertura.
Los cerrajeros son expertos capaces de manejar y operar cualquier tipo de cerradura y los mecanismos asociados que pueda haber. Estos profesionales están cada vez más especializados.
Nacen, entonces, cerrajeros expertos en una o varias áreas dentro del arte de la cerrajería. No solo son cerraduras, también trabajan con sistemas automatizados de control de acceso como las puertas mecánicas en empresas, oficinas que permiten a una secretaria o al personal de seguridad restringir y vigilar el paso de personas.
También, están los cerrajeros que ofrecen servicios en sus comunidades o localidades para dar respuesta a los vecinos de una manera más rápida, dada la escasa distancia que los separa de su objetivo. Tal es el caso de los cerrajeros de La Rinconada en Sevilla, donde en menos de media hora atienden cualquier emergencia.
Cumplen un papel muy importante porque se encargan de resguardar la seguridad de los bienes y las personas. Por eso, hay que elegir cerrajerías reconocidas, con páginas web que muestren sus servicios y el tipo de trabajo que realizan.
Cerrajeros: historia de un oficio
Es difícil determinar cuándo nacieron los cerrajeros. La idea lógica que plantean los historiadores es que cuando los humanos dejaron de ser nómadas y se asentaron en poblaciones buscaron resguardar sus hogares de intrusos.
Los primeros sistemas de cerradura y llave se remontan a hace más de 4 mil años, según consta en registros y documentos históricos.
Los hallazgos más antiguos pertenecen a los griegos y los asirios quienes, se cree, empezaron a utilizar ideas más creativas, prácticas y seguras con mecanismos mucho más complejos de abrir.
Las cerraduras de madera eran la norma al principio porque eran mucho menos caras y solo los ricos podían comprar cerraduras de metal forjado.
Hay que destacar a los romanos, que se caracterizaban por ser una civilización artística con mucha inventiva, se encargaron de diseñar y fabricar una gran variedad de tipos de cerraduras muy ingeniosas.
Por eso se cree que el Imperio Romano pudo haber contribuido significativamente a la evolución de las cerraduras y ellos fueron los primeros en utilizar los candados que no eran ni la sombra de lo que son hoy, pero cumplían la misma función.
En la Edad Media se construyeron cerraduras más complejas y también se hicieron más populares los candados. Sin embargo, estos también eran un lujo para el pueblo llano y solo los nobles usaban estos dispositivos en sus propiedades.
El pestillo de la cerradura como mecanismo de acción para cerrar o abrir una cerradura se creó también en la Edad Media.
Las llaves antiguas
Algo que hay que destacar de las llaves y cerraduras antiguas es que eran sumamente grandes. Una llave podía llegar a medir 25 centímetros y pesar unos 200 gramos.
Esto es algo que ha cambiado con el tiempo y hoy hay cerraduras con avanzadas tecnologías y llaves de alta seguridad que se han vuelto cada vez más seguras.
También ha evolucionado su modo de producción. Hoy en día son componentes que se fabrican en masa y existen innumerables herramientas para todo tipo de necesidades.
Todas las civilizaciones que han existido dieron un toque distintivo a los diseños de sus cerraduras. Por ejemplo, en la Edad Media, los artesanos se encargaban de añadir muchos elementos adicionales a las cerraduras, como relieves y bordes exquisitos.
Con la evolución de la herrería y las técnicas del forjado de metales, se dio lugar a mecanismos más complejos, compactos y ligeros.
Hacia finales del siglo XIX y principio del siglo XX, las llaves comenzaron a tomar la forma que tienen hoy en día. Sin embargo, en la actualidad existen cerraduras sin llaves o cuyo sistema de apertura es mucho más sofisticado. Esto se explicará a continuación.
¿Cómo son los cerrajeros modernos?
Pese a que los objetivos de la cerrajería son los mismos de hace 4 mil años, es decir, cerrar puertas y resguardar bienes y personas, las técnicas han variado muchísimo.
Los cerrajeros son profesionales que están en constante formación porque cada día la tecnología hace de las suyas y las empresas de cerrojos y picaportes evolucionan.
Hoy un cerrajero no es solo una persona que hace trabajo manual. Es también un técnico en electrónica que desarrolla complejos mecanismos para abrir puertas.
Un ejemplo de esto son las cerraduras de alta seguridad. Existen muchos tipos de ellas, pero básicamente se dividen en:
Cerraduras con códigos
Son las cerraduras que no se abren con llave, sino que tienen un teclado (en algunos casos una pantalla táctil) en el cual se introduce un código o contraseña que puede ser numérico o alfanumérico.
Cerraduras con mandos a distancia
Como su nombre lo indica se abren con un control, llave maestra o un mando a distancia. Son muy comunes en las puertas de los garajes.
Cerraduras con huella digital o iris del ojo
Tampoco tienen llave y se accionan con la huella digital o con la lectura de la pupila del ojo. Esta última técnica es tan segura como las dactilares porque no existen dos ojos iguales en el mundo.